Adrian Hernández

Actualmente Panamá es el líder a nivel mundial en registro de naves, cerrando el 2020 con 8 mil 516 naves y 230,577,088 toneladas de registro bruto (TRB). Pero a pesar de ser el país líder, muchas personas desconocen a qué se debe esto, por lo que en este artículo explicaré los registros abiertos de buques, haciendo un repaso histórico y explicando la importancia que tiene este tipo de registro en Panamá. El registro de buques es el proceso por el cual se documenta un barco y es autorizado por un determinado país. Según la definición que nos brinda el artículo 1 de la ley de 6 de agosto de 2008. Se entiende que “El abanderamiento, la inscripción o el registro de una nave es el acto jurídico mediante el cual la República de Panamá admite dicha nave como parte de la Marina Mercante Nacional y le permite enarbolar su pabellón nacional, a solicitud de su propietario, previo cumplimiento establecido de la presente ley”; también nos dice que “Todo buque inscrito en la Marina Mercante Nacional está sometido a la ley panameña, dondequiera que se encuentre”. Un registro abierto es aquel que permite el registro a buques que, son propiedad de extranjeros, o bien están bajo su control, en condiciones tales que, cualesquiera que sean los motivos, son convenientes y oportunas para las personas que registran esos buques. Es decir, el país de registro permite la propiedad o control de sus buques mercantes por extranjeros. 

Los registros abiertos o las denominadas banderas de conveniencia en ese entonces, no son un acontecimiento reciente, desde hace muchos años los buques enarbolaban banderas de otros estados como una táctica para eludir los buques de guerra. Ejemplo de esto lo podemos encontrar en la época romana y la Edad Media. Antiguamente, los armadores ingleses ya utilizaban otros registros para poder pescar más, o mantener su comercio. Durante el siglo XVI, hicieron uso del pabellón español para eludir las restricciones que imponía España en el comercio con las Indias occidentales. De igual modo, en el siglo XVII adoptaron el pabellón francés para escapar a las limitaciones pesqueras en el Gran Banco de Terranova, impuestas por su país. Sin embargo, no únicamente está el caso de los ingleses. Después de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, los mercantes que enarbolaban la bandera de los Estados Unidos descubrieron rápidamente que este ofrecía poca protección contra los ataques de los piratas de Berbería por lo que muchos respondieron tratando de transferir su registro de regreso a Gran Bretaña. El uso de banderas de conveniencia fue utilizado con frecuencia como una artimaña de guerra por los Estados Unidos y los británicos durante las Guerras Napoleónicas y durante la Guerra de 1812. 

En 1916 Panamá permitió la introducción de compañías de propiedad extranjera, empezando así a construir un contexto favorable para el futuro registro de buques extranjeros en nuestro país. El “Belén Quezada”, fue el primer barco mercante en lucir nuestra bandera, fue traspasado del registro canadiense al panameño, en Vancouver, Canadá. Sus propietarios fueron un grupo de inversionistas centroamericanos, entre los cuales también había un panameño: Enrique Clare. El abanderamiento tiene fecha de 20 de agosto de 1919. Los norteamericanos sospechaban que el barco había sido abanderado en Panamá para dedicarlo al contrabando de licor a Estados Unidos, en ese tiempo bajo la Ley Seca, pero nunca fue sorprendido en esa actividad. Su primera carga fue de madera hacia Cuba. Se dice que la prohibición de licor en Estados Unidos proporcionó a Panamá un estímulo importante para promulgar una legislación marítima sumamente flexible y liberal, ideada para atraer y conceder la patente panameña de navegación a la flota de otros países. El registro panameño tiene sus orígenes en el año 1925, al aprobarse la Ley 8, en la que se establecía el procedimiento para la nacionalización de arqueo de naves. Posteriormente, mediante la Ley 2 de 17 de enero de 1980 se crea la Dirección General de la Marina Mercante, adscrita al Ministerio de Hacienda y Tesoro. Esta normativa le asignaba funciones a esta Dirección General y dictaba todas las disposiciones concernientes al registro de embarcaciones en la Marina Mercante Panameña. Unos años más tarde, a través del Decreto Ley N.º 7 de 10 de febrero de 1998, se crea la Autoridad Marítima de Panamá y la Dirección Consular y de Naves pasa a formar parte de la estructura orgánica de la misma, bajo el nombre actual, Dirección General de Marina Mercante. Seguidamente, en el año 2008 se propuso ante la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que permitiera promover el registro, y proponerle a los clientes nuevas ofertas que hicieran más atractivo el abanderamiento en Panamá, con el fin de mantener y aumentar la flota panameña. Posteriormente, el proyecto de ley presentado se convirtió en la Ley General de Marina Mercante. La nueva ley establece un procedimiento claro y eficiente para obtener la concesión necesaria o “contrato-ley” que permite operar en los puertos de Panamá, moderniza el marco regulatorio, así como también la supervisión de las autoridades públicas respectivas con competencia en actividades portuarias. Adicionalmente, la ley se hace para controlar los derechos y obligaciones de las futuras concesiones portuarias manejadas en el extranjero. 

Panamá ha estado en la mira desde hace muchos años por personas que critican o tratan de empañar la imagen del sistema de registro brindado por Panamá, por lo que nunca ha dejado de reinventarse y ofrecer un mejor servicio y mayor seguridad. Podemos mencionar que entre las principales características que han llevado a Panamá a ser líder a nivel mundial están: 

-La seguridad jurídica. El registro panameño ofrece una seguridad jurídica envidiable en todos los sectores. Tanto así, que permite imponer sanciones a distintos sujetos cuando incurran en contaminación al medio ambiente, atente contra la vida humana en el mar, o cualquier otra violación a las normas nacionales e internacionales adoptadas por la República de Panamá. 

-El funcionamiento ininterrumpido. El registro panameño ofrece sus servicios las 24 horas del día como parte del plan de modernización.

 -Los descuentos. El registro panameño ha desarrollado un sistema de incentivos, aplicado tanto  a las naves por abanderarse, como a las ya registradas. 

-El carácter estatal. Esto significa que el Estado responde por cualquier barco con bandera  panameña, es decir, tiene al Gobierno respaldando este tipo de sistema. 

-La flexibilidad. Si el interesado desea abanderar una nave en el registro panameño, pero no tiene la documentación completa, el Director puede admitir el abanderamiento dispensando la presentación de los documentos faltantes por un término de hasta 30 días. También se permite que los documentos sean presentados en inglés sin necesidad de traducirlos y;

-La representación estratégica alrededor del mundo. La red del Registro de Buques de Panamá está compuesta por 60 consulados privativos de la marina mercante, donde prestan servicios de inscripción de naves, cambio de propietario y tonelaje, cancelaciones, entre otras actividades comerciales, para lo cual cuenta con más de 200 inspectores alrededor del mundo.

Como hemos visto hasta ahora, la marina mercante nacional de Panamá ha sido de mucha importancia tanto para Panamá como para el mundo entero y ha llegado a ser el registro mundial abierto de buques más grande del mundo, debido a muchas razones, entre ellas la posición estratégica de Panamá, pero sobre todo, el excelente servicio que brindan los profesionales panameños que se encargan de estos procesos, A lo largo de los años el registro panameño ha ido en crecimiento por lo que ha sido un factor muy importante en la economía de Panamá. Esta institución hace un aporte anual de varios millones de dólares y también son una fuente de trabajo y actividades que ponen a Panamá en una posición muy importante en el comercio mundial.


Fuentes

-Bernaert, Andy (2006) [1988]. Bernaerts' Guide to the 1982 United Nations Convention on the Law of the Sea. Victoria, B.C., Canada: Trafford Publishing. 

-WISWALL, F. JR. (1996). "Banderas de conveniencia". In Lovett, William. United States Shipping Policies and the World Market. 

-BOCZEK, B.A. (1962). Flags of convenience-An International legal study. Harvard University Press. 

-Jiménez Piris, Victoria (2017). Los Registros Abiertos de Buques: Un análisis general. 

-Morgan, Eduardo (2018). El registro de naves, contribución de Panamá al mundo.

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