Magdiel Gierhart

A raíz de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, la demanda por profesionales de la salud se ha incrementado de forma exponencial, no obstante, al mismo tiempo se debe garantizar que dichos profesionales sean completamente idóneos y expertos para la ardua labor que supone mantener y salvar vidas. La ley 43 del 21 de julio del 2004, es la encargada de indicar cómo se da el proceso de certificación para los aspirantes a ejercer la medicina; en sus artículos 5 y 6, dicha norma indica de forma clara y expresa que se debe contar con una certificación por parte del Consejo Técnico de Salud para poder realizar lo que se conoce como “internado”, antes de considerarse idóneo para ejercer la medicina. 

El Anteproyecto de Ley 243, fue propuesto por el H.D. Mariano López, dicho proyecto de ley en su exposición de motivos, hace referencia a que esta práctica en muchas legislaciones es innecesaria y que retrasa y obstaculiza el acceso a empleo de los profesionales de la salud. Este anteproyecto en su artículo 4 busca modificar que el artículo 5 de la normativa vigente, el cual permita obtener la licencia con nada más demostrar las habilidades; además, en el artículo 5 se intenta modificar el artículo 6 de la Ley 43, en el que se dará el certificado de idoneidad solo una vez aprobado el internado. 

La universidad de Panamá, el día 8 de febrero del presente año, manifestó su rechazo al anteproyecto a través de un medio de comunicación impreso, ya que, en palabras del consejo académico de dicha universidad, “sería un peligro para la seguridad de los pacientes permitir el ingreso en el sistema de salud de profesionales sin los conocimientos básicos de las Ciencias de la Salud”. 

Los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá expresan lo siguiente: “ Tomando en cuenta que la gran mayoría de egresados de las distintas universidades no cuentan con apoyo monetario, social ni político que le permita acceder de forma expedita a alguna plaza de trabajo dentro de nuestro sistema de salud, es necesario que se asegure la permanencia del examen de certificación, ya que es la única garantía que se tiene de que el proceso de entrada al internado sea transparente y las plazas sean ocupadas por mérito". Con esto, damos cuenta que al igual que su universidad, no están conformes con el proyecto de ley. 

A juicio personal, considero que el posponer la certificación para después del proceso de internado, atenta no solo contra la reputación y calidad de los profesionales de la salud, sino también, contra el derecho a la vida y a la salud consagrados en los artículos 17 y 109 de nuestra constitución respectivamente. Recordemos que, durante el proceso de internado, el estudiante va manipular y tratar con el paciente casi como si fuese un médico idóneo, es por ello fundamental que se siga realizando el examen como se viene dando, con ello se garantiza que, como pacientes, estamos tratando con una persona con conocimientos básicos, para poder manipular el derecho más sagrado que tenemos, nuestra vida.


Fuentes


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.