Adriana Abrego Valdivies 

En primer lugar, los contratos llave en mano se encuentran en la Ley 153 de 8 de mayo de 2020 "Que reforma la Ley 22 de 27 de junio de 2006, de Contrataciones Públicas y dicta otras disposiciones” y se definen como “aquel en el cual el contratista se obliga frente al Estado a realizar diferentes prestaciones que deben incluir, por regla general, estudios, diseños, suministros y ejecución de una obra a cambio de un precio global determinado por la entidad licitante, de acuerdo con lo establecido en el contrato y en el pliego de cargos. En ese contrato la totalidad de los pagos se realizará al momento de la entrega de la obra. Se podrá incluir dentro del concepto llave en mano el equipamiento, el funcionamiento de la obra o cualquiera otra prestación cuando así lo requiera la entidad pública.” 

En otras palabras, con este mecanismo de contratación, las empresas que ejecutan las obras contraen la deuda en primera instancia, y el Gobierno lo repaga en el tiempo, de acuerdo con el avance del proyecto. Asimismo, es uno de los tipos de modelo de contrato más usado en nuestro país para la ejecución de obras de gran infraestructura. 

Sin embargo, estos tipos de contratos ha sido objeto de mal uso por los gobiernos que han tomado poder dentro de la última década en nuestro país, y queda evidenciado dado que muchas obras de gobiernos pasados son objeto actualmente de investigación por el Ministerio Público, por el “abuso de adendas”. Hasta este año, la deuda originada por estos proyectos ya alcanza los 5 mil 544 millones de dólares. No solo vemos el uso de 1 adenda en estos tipos de contratos, sino vemos como llegan a alcanzar hasta 4 adendas en los proyectos al contrato original. Es alarmante, debido a que se está llevando a nuestro país a un endeudamiento extremo e imprudente porque a mayor tamaño sea la obra, se eleva mucho más el riesgo. 

“De acuerdo con la Dirección de Financiamiento Público del Ministerio de Economía y Finanzas, hasta 2018 los proyectos “llave en mano” habían generado una deuda de 7 mil 968 millones de dólares, de los cuales se han pagado 2 mil 514 millones de dólares.” 

El problema que se presenta, es que estos gobiernos que licitaron con este tipo de contrato llave en mano, utilizan demasiado las adendas, y de forma incorrecta, ya que la adenda solo puede ser utilizada para realizar modificaciones o agregar detalles específicos como, por ejemplo, cambiar la fecha o agregar detalles sobre la entrega de bienes, fijación de precios, cuando realmente es necesario, por casos que realmente no hubieran sido previstos cuando se realizó el contrato y nos permite adecuar a la realidad el proyecto en el momento de su ejecución. Pero lo que muchos gobiernos hicieron, es que no ejecutaron las obras realizadas dentro de su periodo de mandato, se modifican las fechas de entrega, generando así retrasos en pagos, que luego la siguiente gobernación tenía que asumir. Esto representó una “reacción en cadena” porque cuando un nuevo gobierno quería realizar un proyecto nuevo, debía también tener en cuenta las deudas generadas por sus predecesores, afectando y comprometiendo así los procesos de licitación de nuevas obras para el beneficio de nuestra sociedad panameña. 

Por otra parte, podemos ver dos puntos de vista diferentes que quisiera destacar, proveídos por el ex contralor y el actual ministro de obras públicas: 

Para el ex contralor Alvin Weeden, la figura es buena si se usa con obras pequeñas que se cancelen en un quinquenio, pero opinó que su uso en la administración anterior fue “trágico”. Weeden dijo que se debe prohibir que los gobiernos realicen licitaciones “llave en mano” que comprometan los presupuestos futuros. 

Para Rafael Sabonge, el uso de los contratos llave en mano es parte importante del plan por la inversión en proyectos de infraestructura pública por el valor agregado que genera la industria de la construcción al producto interno bruto del país. 

Los contratos llave en mano no sean malos en su totalidad, pero es importante evitar que se dañe la esencia de este tipo de contrato, ya que, si sucede eso, en efecto, generan un daño más que un bien a nuestro país. 

Por estos puntos presentados, considero que una forma de solucionar o para evitar que estos tipos de deudas con la figura de llave en mano se reduzcan, se deben establecer los siguientes mecanismos: 

1. Ejecutar obras de pequeña infraestructura, para que así haya un mayor control del tiempo. 

2. Multas por uso de adendas cuando están sean injustificadas. 

Al tener el control de proyectos grandes, se debe asumir también sus responsabilidades grandes, y considero que es importante para la sociedad civil estar siempre pendiente de estos casos, porque nos afectan a todos como tal.


Fuentes

1. La PRENSA, Panamá “Deuda de proyectos “Llave en Mano” https://www.prensa.com/impresa/panorama/deuda-de-llave-en-manoalcanza-los-5-544-millones/

2. La Prensa “llave en mano , una gran deuda” https://www.prensa.com/sociedad/Llave-mano-grandeuda_0_4174082673.html



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